No sufras más, así debes tratar un berrinche de un niño autista
Atento aviso
El siguiente artículo, aunque está basado en notas y publicaciones de sitios médicos como: autismawarenesscentre.com y healthline.com, no representa en ningún momento, la opinión profesional de un médico especialista. Es un artículo informativo que ha recopilado la información de estos y otros sitios para tener una comprensión más clara, con un lenguaje más simple, de lo que tratan los berrinches/rabietas o crisis en un niño con autismo.
Si estás aquí, sabes que un berrinche de un niño con autismo, no es lo mismo que un berrinche cualquiera de un niño sin este problema. Los berrinches llegan a ser más intensos, derivando la mayoría de las veces en una crisis nerviosa casi incontrolable.
Muchos no saben qué hacer ante un berrinche de un niño con autismo porque no se maneja de la misma manera. Por eso es que guardé un espacio especial en mi sitio para informar sobre este tema delicado.

¿Qué causa la crisis de un niño con autismo?
Vamos a diferenciar primero una crisis o colapso de un berrinche. Y sinceramente sería muy difícil no darse cuenta de la diferencia, pues el colapso nervioso, sucede cuando el niño se siente abrumado por la cantidad de información y estimulación que recibe de su entorno.

Cuando se llega a sentir muy ansioso puede dar las primeras señales de un colapso. Tienden a sentirse temerosos, se llegan a ver nerviosos y empiezan a gritar, aquí es cuando el colapso comienza a suceder.
Pero los colapsos o crisis emocionales, no siempre se ven de la misma manera. No solo son gritos, si no también patadas y golpes o incluso llega a morder mientras grita y llora como si no hubiera un mañana.
Puede haber un par de razones subyacentes para tener un colapso. Puede desencadenarse por muchos problemas diferentes. Pero la clave para comprender qué hacer ante un berrinche de un niño con autismo radica en comprender qué es lo que desencadena el comportamiento. Por ejemplo:

- TDAH: este es un problema que puede poner a cualquier niño, incluso sin este problema, en un estado de aburrimiento total. Que un niño autista se sienta aburrido sin nada que le estimule de la manera adecuada, puede desencadenar un berrinche que termine en crisis emocional.
- Ansiedad: no creo que haga falta explicar más sobre esto, la ansiedad en sí misma, puede provocar los colapsos nerviosos a cualquier persona, así de simple.
Estas son de las dos principales causas que se conocen. Pero en general puedes darte cuenta cuando un colapso está a punto de ocurrir. Puedes darte cuenta con las primeras señales que son el no querer interactuar con algo o alguien o cuando algo muy desafiante se le presenta decide apartarse.
¿Qué sucede con los berrinches?
Bueno, sobre esto, ya hemos hablado y lo tenemos bien cubierto en nuestro artículo principal sobre «¿Qué son los berrinches?». Es una simple dificultad para expresarse y aunque éstas desaparecen al paso del tiempo, las crisis no desaparecen.

Y para diferenciarlo más rápido puedes hacer lo siguiente:
Ignora
Las rabietas casi siempre desaparecen cuando no les prestas atención. Pero los colapsos, se darán incluso si el niño se encuentra solo en su cuarto. Recuerda que los colapsos son una sobrecarga de emociones y estímulos que el pequeño no puede controlar.

¿Se enojó o está abrumado?
El enojo deriva en rabieta, pero cuando se abruma, deriva en crisis. Previo a la crisis, casi se puede notar como si fuera un ataque de pánico o ansiedad. Y los abrazos o intentar distraerle de esas emociones, no funcionan si es una crisis.
¿Qué hacer ante un berrinche de un niño con autismo?
Berrinche o crisis nerviosa
Tienes que encontrar la diferencia antes de hacer nada. Esto es muy importante y por eso te lo repito, pueden parecerse, pero no son lo mismo y deben ser tratados de manera diferente.
- CRISIS NERVIOSA: sobre estimulación externa que abruma a tu hijo.
- BERRINCHE: necesidad no satisfecha.
Encuentra la fuente del problema
Todo berrinche viene de un lugar, tiene su fuente y si la encuentras, podrás manejarlo de la mejor manera. Puede que desee algo, tal vez se le cayó un objeto y no te diste cuenta, reconoce lo que desea, pero no se lo des. No dejes que piense que puede conseguir lo que quiere con solo gritar y patalear.
Llévalo a un lugar más seguro
Cuando no hay más gente viendo, las rabietas suelen ser menores y en un niño con autismo no suele ser la excepción. Y si este es el patrón que tu hijo ha empezado a tomar, entonces recurre a este mecanismo de defensa.

Cuando la rabieta comience, tómalo con cuidado, sin alterarte y llévalo a un lugar menos concurrido y ahí deja que se calme al ignorar sus berrinches.
Refuerzos positivos
Cuando los berrinches disminuyan o desaparezcan, puedes elogiarlo, decirle cosas cómo: –controlaste bien la situación, te felicito-. O simplemente dale un fuerte abrazo para demostrarle que estás orgulloso por cómo logró calmar sus emociones.
De esta manera, tu hijo comprenderá, cuáles son las acciones que reciben atención positiva y gratificante. Eventualmente, los berrinches, irán disminuyendo. Este reforzamiento, es bastante poderoso.
No puedo dejar de decirte lo importante que es saber diferenciar la crisis autista, del berrinche de un niño con autismo. Usualmente, el niño autista, se llega a sentir avergonzado por el incontrolable desborde de emociones que sucedió. Y si hubo público, puede resultar aún más bochornoso para tu hijo.
Recuerda que este artículo es para fines meramente informativos y este es su único fin. Si requieres la atención adecuada de un profesional de la salud como un psicólogo, te recomiendo que acudas con tu médico de confianza para ayudarte a ampliar más la información que acabas de recibir.